Leyes sistémicas

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Leyes sistémicas

Bert Hellinger – fue el descubridor de las constelaciones sistémicas y diferenciando entre las leyes u órdenes de las constelaciones familiares y las leyes organizacionales.

Entre las órdenes de amor de las constelaciones familiares están: La de Prevalencia, Pertenencia y Equilibrio. El incumplimiento de estas  Leyes, pueden traer consecuencias a un miembro o más de una familia, tanto si es de la actual generación o de  generaciones posteriores.

Estas tres leyes se aplican a todos los sistemas.

Primera Ley de la Pertenencia: disponemos del derecho a pertenecer a una familia, por tanto si excluimos a alguien de nuestro sistema, por miedo, olvido o vergüenza, podemos tener problemas en el sistema.

Segunda Ley de la Prevalencia o antigüedad : Es el orden de llegada de sus miembros en el sistema familiar, el cual debe ser respetado. Como por ejemplo el orden edad de los hermanos…

Tercera Ley del Equilibrio: Todos nos merecemos un equilibrio cuando damos y tomamos, no nos referimos a recibir sino a tomar que implica una decisión y por consiguiente una acción, si alguien en el sistema familiar da más de lo que recibe, el desequilibrio  generara conflictos.

De igual forma en las empresas y corporaciones, que podemos denominar sistemas sociales secundarios (limitados en el tiempo) a diferencia de los sistemas familiares (que son emocionales y perpetuos en el tiempo. También existen leyes que ha de ser respetadas y nos evitaran muchos problemas en el mundo laboral, como el clima laboral negativo, no conseguir logros, no conseguir clientes, proyectos que se vienen abajo, etc.

Leyes organizacionales son:

Cuarta Ley de la Jerarquía.Los puestos más relevantes tienen prioridad, hemos de respetar la posición jerárquica.Los que están en un puesto de jerarquía, han de estar al servicio de los demás. Si tenemos que plantear una queja lo correcto es que antes de ir al puesto superior se lo hagamos saber a nuestro jefe inmediato. No somos todos iguales.

Quinta Ley de Reconocimiento. Todos hemos de ser reconocidos en función de nuestra aportación y rendimiento. A cada uno hay que reconocerle lo que aporta a la empresa.

Sexta Ley de Aceptación. Antes de hacer cambios drásticos, aceptar lo bueno que hay y funciona dentro de una organización.