Inteligencia emocional para niños
Inteligencia emocional para niños
Inteligencia emocional para niños . Es necesario manejar nuestras emociones, porque somos personas y porque vivimos en sociedad. No podemos dejarnos llevar por nuestras reacciones emocionales que espontáneamente emergen de nuestro interior.
Lo ideal, por tanto, es que lo aprendamos en cuanto nuestra capacidad intelectual lo permita. La escuela es nuestro medio primero de aprendizaje y desarrollo. Cuando el niño está nervioso o enfadado su capacidad de aprendizaje baja, porque su atención se dispersa notablemente.
Esto demuestra que el desarrollo social va ligado al desarrollo intelectual de los niños. Si aprendemos en la infancia a gestionar las emociones, facilita su madurez y éxito en su época adulta en todos los campos, personal, laboral y social.
En Estados Unidos ya se han implantado estos programas en niños a partir de cuatro años, y está comprobado que empezar a esa temprana edad, dará unos resultados muy efectivos en la adolescencia, época especialmente difícil a nivel emocional, las herramientas que se utilizan en este programa han sido la literatura, la música y juegos de rol.
Tambien hay cursos que están desarrollando programas para que los docentes aprendan a impartir inteligencia emocional, y desarrollen estos programas en los colegios.
Tras varios años de llevarse a cabo se ha comprobado la mejora académica en los niños que participan. En estos tiempos difíciles y crispantes es, sin duda, una buena noticia.
Educar la mente sin educar el corazon no es educar. Aristoteles.
¿Cómo puedo ayudar desde casa al desarrollo de la inteligencia emocional?
- Ayuda a tu hijo a reconocer las emociones : Preguntale ¿Cómo te sientes? ¿cómo me siento?. Siempre que veas comportamientos o conductas no coherentes.
- Comprender las emociones: ¿Qué es lo que me ha hecho sentir así?
- Etiquetarlas / ponerles nombre: ¿Qué palabra describe mi emoción?
- Expresar nuestras emociones: existen muchas formas de expresar cómo nos sentimos. Debemos tener en cuenta con quién o dónde estamos. Explicar a los niños/as cómo nos sentimos y por qué, permite que tengan un gran modelo de referencia.
- Regularlas: debemos dar alternativas de comportamientos a los pequeños.
Es importante tener estrategias a corto y a largo plazo. Ejemplos: hacer 5 respiraciones profundas, darnos una pequeña vuelta, hablar con un amigo sobre lo ocurrido….todo esto permitirá que las conductas de los niños, provocadas por determinadas emociones, comiencen a ser conscientes y puedan tomar mejores decisiones, que les ayuden a comprenderse a sí mismos, comprender al resto y tener mejores habilidades sociales.
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