Cambiar un hábito con éxito

Cambiar un hábito con éxito
Cambiar un habito con éxito
Según la RAE, los hábitos son “el modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas”,
Según la definición parece complicado incorporar nuevos hábitos y sencillo caer en los malos hábitos que queremos cambiar.
Si queremos conseguir éxito, en el sentido que sea es preciso el esfuerzo. En el camino hemos tenido que ser constante y que desarrollar ciertas habilidades además de gestionar el tiempo de forma óptima.
Estos aspectos implican llevar una vida disciplinada, que no siempre es fácil.
El objetivo de nuestro cerebro es ser eficiente y buscara patrones para convertirlos en un hábito tan pronto como le sea posible.
Aquí aparecen dos partes importantes en el cerebro:
Una parte es el ganglio basal; que son los responsables de “guardar” un hábito de forma permanente.
La otra parte es el córtex prefrontal (que está justo en tu frente), es ahí en dónde decidimos, planificamos y pensamos que hacer.
Las investigaciones de Larry Squire han mostrado que el cerebro tiende a formar hábitos para ahorrar esfuerzos.
Cuando quiero conseguir un hábito nuevo o cambiar el que tengo, es preciso que pasen 21 días como mínimo. Y esto es así, porque cada 21 días regeneramos células y éstas vienen ya con una información grabada.
Cambiar un habito con éxito
Si durante 21 días me repito algo para reforzar algún aspecto de mi personalidad, por ejemplo “poseo una buena memoria”, mi capacidad memorística aumentará, porque la parte inconsciente lo manda a la consciente. Repetir la frase ha producido el cambio positivo.
Maxwell Maltz, psicólogo y cirujano, autor de ‘La Psicocibernética’, decía que un nuevo hábito sólo requería de 15 minutos al día en la misma hora y lugar practicada durante 21 días … pero ojo, sin fallar ninguno.
Pero la realidad es que no existen formulas mágicas; es imprescindible darle a la nueva conducta el tiempo y el espacio necesario para convertirla en un hábito; nuestro cerebro tiene que “automatizar” la nueva acción, de lo contrario cuando dejemos de ser conscientes de ella, volveremos a la rutina habitual
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