Hipnosis Ericksoniana o metamodelo inverso
Hipnosis Ericksoniana – metamodelo inverso
En sus investigaciones originales Bandler y Grinder descubrieron un segundo modelo lingüístico que bautizaron con el nombre de modelo Milton Erickson, haciendo honor al famoso psiquiatra e hipnoterapeuta sobre el cual basaron sus estudios.
Este modelo es un conjunto de patrones del lenguaje utilizados para inducir al trance o para alterar un estado de conciencia, de forma que el individuo pueda acceder a sus recursos inconscientes y conseguir sus objetivos.
¿Y qué significa entrar en trance? La palabra trance proviene del latín transīre y significa transitar, transportarse, cruzar, pasar por encima. Cuando se habla de “entrar en trance” o “caer en trance” se hace referencia a un mecanismo psicológico en el que la persona se abandona a ciertas condiciones externas o internas y experimenta un estado de conciencia diferente. Del mismo modo, también se puede hablar de “estado hipnótico”.
Hipnosis Ericksoniana – metamodelo inverso
El estado alterado de consciencia se manifiesta a través de una reacción emocional intensa y por una alta concentración selectiva. En muchas ocasiones, en nuestra vida diaria, entramos en situaciones de trance, como por ejemplo cuando nos quedamos absortos observando el fuego de una chimenea.
Parece que en momentos como esos se suspenden nuestras funciones mentales “normales”. El Modelo Milton Erickson permite acceder a esos estados que tenemos naturalmente de una forma provocada con el fin de ayudar a otros.
El objetivo del Modelo Milton Erickson es alterar el estado de conciencia para mejorar la relación entre la mente consciente y la inconsciente. De esta forma, la persona podrá utilizar sus experiencias personales desde una perspectiva más amplia, pudiendo así generar nuevas opciones.
Los elementos clave en los que se basa son: Potenciar recursos – Superar limitaciones – Mejorar las relaciones personales
¿Dónde se aplica el Modelo de Milton?
El Modelo Milton tiene sus orígenes en la terapia, sin embargo hoy su uso está muy extendido a otros campos como la política y la publicidad por ejemplo. Precisamente en este tipo de profesiones tratan de ser suficientemente ambiguos para llegar al máximo número de personas posibles, ya que no saben concretamente quién les puede estar escuchando, pero sin rallar en la abstracción total pues nadie se sentiría identificado.
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